Uno de los requisitos más importantes para un buen bronceado: LA EXFOLIACIÓN PREVIA
El bronceado se pierde por renovación celular. Es por eso que si nosotras hemos renovado las células de nuestra piel con una buena y completa exfoliación, el bronceado va a durar más, mejor y más uniforme. Por lo tanto, la exfoliación previa de la piel es el 50% del resultado final del bronceado.
En esta entrada, quiero diferenciar la exfoliación habitual y común con una exfoliación cuyo objetivo es preparar la piel para ser bronceada. No es lo mismo y la diferencia es importante.
Para la exfoliación donde preparas la piel para broncearte es incompatible la exfoliación con cremas exfoliantes u otros exfoliantes de arrastre (con gránulos). El problema es que estos contienen mantecas, aceites o productos que crean barrera, que dejan micropartículas en la piel y por lo tanto el bronceado puede no “agarrar” en ciertas zonas.
Por lo tanto, para una buena exfoliación en este caso, tanto nuestro peeling (Body exfoliant & tan remover) como nuestro guante exfoliante son las mejores herramientas para hacer la exfoliación sin dejar ningún tipo de residuo en la piel.
A continuación, voy a contaros para qué sirve tanto nuestro guante exfoliante como nuestro peeling enzimático. Si es necesario utilizar ambas cosas y cómo se aplican.
Si es la primera vez que acudes a un centro Tannity o que te vas a broncear en casa con nuestros productos, con el guante exfoliante es suficiente.
Con la ayuda del guante, en la ducha (con agua tibia/calentita) debes exfoliar todo el cuerpo con movimientos circulares. Nada más salir podrás hidratar tu cuerpo con tu crema hidratante habitual.
El guante es lo más sencillo de utilizar y es super efectivo aunque parezca muy blando te va a preparar la piel perfectamente antes de broncearte.
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